sábado, 28 de mayo de 2011

Sesión 8. ¿prejuicio o razón?

Algunos comentarios realizados por equipo en torno al prejuicio.

El prejuicio es una percepción o sentimiento que deviene de anticipar un juicio sin considerar hechos, cosas, personas, ni conocimiento acerca de lo que se decide o se concibe; de manera que se actúa con base a los hábitos, creencias y suposiciones heredadas de la cultura.

Sus tipos más comunes son: lingüístico, de género y racial (étnico).  Se manifiestan de manera cognitiva (estereotipos y creencias), afectiva (emociones) ó comportamental (conductual).  

Según Bartolomé (2006): “Se condena por razones raciales..., por razones socioeconómicas...; por razones profesionales...; por razones religiosas..., por razones sexuales.. o, por sexismo...; por razones de orientación sexual...; por razones políticas...”.

 “...en el fondo todas las condenas pretenden sacar al condenado de su condición humana y reducirlo a una condición inferior, el condenado es, a los ojos del condenador, un hombre defectuoso y, por lo tanto, inferior...Así, alguien que se siente superior a otro por razones de inteligencia suele usar...términos condenatorios...”

Sin embargo el prejuicio se observa en lo cotidiano como medida de selección; al elegir una película o un libro. Seleccionamos con base en nuestra experiencia en los rasgos del mensaje o la imagen de la portada, o la afinidad con lenguaje que se  emplea.

En la convivencia con otras personas, creemos conocerlas por su apariencia física, la manera en la que se expresan, el lugar en donde viven, su preparación académica, etc.  

“El prejuicio se puede vencer con el conocimiento y con la apertura mental que se logra no contaminando el presente con las experiencias del pasado reservando el prejuicio positivo a la expectativa de valorar”

Referencia: Bartolomé, E. (2006). Educación emocional en 20 lecciones . México, D.F.: Ed. Paidós. pp 89-91.




Participantes: Rocío Hoyo, Luz Cordero y Sandra Vázquez.


Exposición individual del tema



El prejuicio entendido como la percepción personal o colectiva basada en los supuestos que anticipan a las personas a  una cierto tipo de concepción o a un  actuar. Es considerado como el principal obstáculo en la construcción del conocimiento científico.
Sin confundirlo con la selección, la hipótesis o  la inferencia;  el prejuicio se manifiesta como un sesgo anticipado que omite  las condiciones elementales del pensamiento crítico bajo esquemas referenciales de creencia o hábito.

La mayoría de los textos informativos  presentan la información recopilando las diversas posturas sobre un tema. Así la posibilidad de que el lector resuelva su propia opinión es la preeminencia.

 Sin embargo existen textos de opinión que por lo general denotan algún tipo de preconcepción de la realidad;  la opinión puede entonces corresponder a una conclusión general, o bien a la reproducción de un prejuicio. Es necesario discernir entre ambos casos.
Con base a la experiencia realizada en la presenta actividad encuentro que la diferencia entre una postura y el prejuicio recae en  la objetividad, la composición léxica del argumento, la referencia a datos diversos y de sobremanera en el respeto a la opinión  pública  sobre el tema que se trata.

Por ende un prejuicio por lo general no considera los esquemas éticos ni contrargumentales de lo que se defiende inamoviblemente.
Reconsiderar la propia concepción  a la valoración de posturas divergentes permite rectificar nuestro argumento sin omitir otros. Lo anterior  facilita  el aprendizaje, la formulación de un juicio crítico y la toma de decisiones  asertiva  en cualquier ámbito social.

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