sábado, 29 de enero de 2011

El futuro de la educación ya no es lo que era.

"Debe aprenderse a navegar en un océano de incertidumbre a través de archipiélagos de certeza”  Edgar Morin.



La evolución tecnológica ha permitido crear nuevos espacios de comunicación con finalidades diferenciadas, sin embargo  hoy destacan de manera especial la gran variedad de dispositivos tecnológicos de comunicación  así como los escenarios virtuales de ocio de fácil acceso para el grueso de la población de cualquier país.
La tarea educativa de prever pautas de desarrollo para las competencias en el alumno en su interacción con la sociedad se vuelve compleja. La primera necesidad es superar la discusión sobre la incorporación de los instrumentos o juguetes tecnológicos  a la educación formal. Papert comenta:  “… a pesar de estas múltiples manifestaciones de de­seo de algo diferente, el poder educativo, incluida la mayor parte de su comunidad investigadora, permanece en gran medida ligado a una filosofía educativa propia de finales del siglo XIX y principios del XX; hasta ahora ninguno de los que desafían es­tas sacrosantas tradiciones ha sido capaz de minar la rigidez con que este poder controla la manera en que se enseña a los niños  “ (Papert,1995) .
 De este ultimo punto a la fecha, el que los diferentes niveles de nuestro sistema educativo se propongan incorporar  la innovación tecnológica; lamentablemente  las evaluaciones revelan la parcialidad de la incorporación del internet, algunos dispositivos tecnológicos o software que  al tiempo caducan infructíferamente. Los informes gubernamentales a su vez  presentan valoraciones cuantitativas  que no corresponden al nivel de progreso formativo deseado en los beneficiados.
Dado el vertiginoso y acelerado cambio de las novedades tecnológicas,  la educación formal asume una restructuración instrumentalista momentánea. Sin embargo el cambio implica procesos de diversa índole aun no comprendidos.
Uno de sus principales retos se concentra en  potencializar el desarrollo de procesos de enseñanza y de aprendizaje  que generen el desarrollo de competencias elementales para la autogestión y metacognición del ser humano dentro del contexto de vida actual supercomplejo y cambiante.[1]

   Las TIC en  la teoría y práctica educativa.

La educación comprensiva con  uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) se fundamenta desde la teoría y práctica de sus diversos profesionales que destacan sus dimensiones en calidad de ser mediadores semióticos y  sistemas de representación externa. Estos autores las exponen:
- Formalismo: La interacción con la máquina, que hoy exige el despliegue de procedimientos precisos en un orden determinado, así como cierto dominio de sistemas semióticos clásicos como las notaciones verbales o matemáticas.
- Interactividad: Existe una reciprocidad  directa entre las acciones del usuario y las reacciones de la computadora que, por regla general, resultan visibles en la pantalla. Esas reacciones, además, pueden adaptarse mucho a  la naturaleza del contenido tratado y a las características de la intervención del usuario, pudiendo ofrecer ayudas pedagógicas en distintos momentos de un proceso de aprendizaje o de resolución de un problema.
- Autorregulación : Facilitan el control del usuario sobre sus acciones y decisiones al darles visibilidad y poder así  analizarlas y compartirlas con  otros. En este sentido, la computadora puede facilitar enormemente el desarrollo de habilidades metacognitivas (transfiriendo a nuevas actuaciones).
- Dinamismo: Permiten mostrar informaciones que se transforman a través del tiempo en base a variables manipulables. Ello posibilita el desarrollo de simulaciones de distinta naturaleza con las que el usuario puede gestionar problemas similares a los del mundo real.
- Multimedia: Favorece la recodificación de un mismo dato a sistemas de representación múltiples, optimizando su comprensión.
- Hipermedia: Permite acceder a informaciones ocultas en los textos mediante vínculos no predecibles, de forma simultánea. 

(Coll y Martí, 2001 y 2003; Rodríguez Illera, 2004; Badía, 2004. Citados en Monereo, 2004 y 2005)

Estas seis características confieren efectivamente un potencial educativo sin precedentes a las TIC, sin embargo, la tecnología por sí misma no proporciona cambios en las habilidades cognitivas. Para ello debe darse una práctica sistemática, apropiadamente bajo esquemas dialécticos y convergentes entre los saberes: teóricos, procedimentales y actitudinales a desarrollar.  Dichos saberes encaminados por un medio tecnológico idóneo  para el desarrollo de las competencias relativas al aprendizaje; posibilitan dirigir al alumno como gestor autónomo, estratégico , crítico y cooperativo dentro de un  ambiente multimodal.[2]
Sin profundizar en la demanda económica global; es importante también  reconocer el impacto de la  dicha formación con los medios tecnológicos  para  la sociedad, pero principalmente con el individuo  al cual  se le exigen una gama de competencias básicas para  la vida privada y laboral. “En la sociedad de la Información (SI) el más inteligente, sabio o competente no es el que posee una mente más llena y estructurada, sino quién tiene una mayor facilidad de acceso a información y domina una red más extensa y exclusiva de links” (Monereo, 2004).  De ello la preeminencia del la educación en  abordar dentro de esta nueva “Cultura digital[3] medios y  escenarios viables; flexibles y maleables al cambio,  como son  el Internet y los recursos de la web.
El catedrático implementador de modelos virtuales y de e-learning Carles Monereo (2005) caracteriza las ventajas del entorno virtual respecto a las competencias sociocognitivas básicas que son:

*Aprender a buscar información y a aprender. Respecto al desarrollo de estrategia de búsqueda y selección, re-descripción de ideas y autorregulación del aprendizaje.

*Aprender a comunicarse. Asistiendo la decodificación de mensajes haciendo uso de la comunicación multimedial en beneficio de sus propias estrategias de lectura, habla y escritura.
*Aprender a colaborar con otros. Reforzando habilidades cooperativas entre iguales que suscitan identidad y cohesión en grupos. Formación de cuadros profesionales.
*Aprender a participar en la vida pública. Estimulando el contraste de opiniones, la argumentación, solidaridad, tolerancia y participación democrática.
 

  La web: espacio de interacción educativo.

Desde hace ya unos años se ha manifestado la viabilidad,  accesibilidad y adaptabilidad a la evolución tecnológica de  la World Wide Web[4] para consolidar el andamiaje entre las necesidades sociales y la tarea educativa. En el presente se reconocen los espacios comunicativos de oportunidad colaborativa como fuente potencial de procesos emergentes, entendiendo como tales aquellas herramientas de la web 2.0 que permiten gestionar proyectos educativos de manera conjunta, individual y compartida.
Wikipedia cita el termino de Web 2.0  “asociado con un fenómeno social, basado en la interacción que se logra a partir de diferentes aplicaciones en la web, que facilitan el compartir información, la interoperabilidad, el diseño centrado en el usuario  y su  colaboración en la World Wide Web”. Ejemplos de la Web 2.0 son; las comunidades y grupos web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos,  producción y edición de audios y programas de televisión (stremcast),   las wikis, blogs, mashups y folcsonomías entre otros.
La mayoría de los sitios de Web 2.0 permiten a sus usuarios interactuar con otros usuarios o cambiar a pariencia, orden y contenido del sitio web.

Estos espacios  gratuitos de comunicación colaborativa pueden  aplicarse para crear entornos en los que se puede compartir información utilizando interfaces intutitivas en posibilidad de  aumentar el interés del alumno y  la gestión pública. Desde las experiencias que se registran, el uso educativo de los mismos permiten a su vez mayor accesibilidad para los alumnos, así como   una interrelación más acertada  entre actores del proceso en función de los intereses comunes del contexto.

  Reflexión final.

Dadas las diversas experiencias profesionales revisadas para el presente ensayo es posible repensar la educación formal con uso de las TIC bajo  un modelo integral de administración, gestión, dosificación de contenidos  y tutoría que se proponga mecanismos de permanencia en el aprendizaje. Valorando  los procesos de enseñanza y aprendizaje bajo indicadores de competencia reales y operativos que desarrollen comprensibilidad , metacognición y pensamiento crítico en los individuos que se forman a lo largo de la vida.
Prever el futuro y la incorporación de las TIC en la educación formal contempla entonces;  el desarrollo de competencias básicas para el docente mediador,  garantizar la transferencia entre los entornos virtuales vigentes y los presenciales, así como propuestas didácticas que brinden mayores herramientas de búsqueda, acceso y procesamiento de la información. Vinculando a los actores correponsables con mayor énfasis a las demandas  de las diversas actividades globales dentro de la información, comunicación y  conectividad.


Referencias:
Coll, cesar (2004).Psicología de la educación y práctica educativa mediada las tecnologías de la información y comunicación.Una mirada constructivisata.Sinéctica número 25. Disponible en: http://portal.iteso.mx/portal/page/portal/Sinectica/Historico/Numeros_anteriores05/025
Lévy, P. (1997). La cibercultura, el segundo diluvio?. Barcelona: Ediuoc-Pro.

Monereo, Carles (coord.) (2005). Internet y competencias básicas. Aprender a colaborar a comunicarse , a participar, a aprender. Barcelona: Grao. También disponible en: http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/lecturas_BB/blog/internet.pdf

Monereo, Carles (2004). La construcción virtual de la mente: implicaciones psicoeductivas. Interactive Educational Multimedia, número 9.  Disponible en: http://webs2002.uab.es/monereo/carles/intertextos.htm
Perrenoud

Velilla, Marco Antonio  (comp.)  (2002).  Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo.  Disponible en: http://www.edgarmorin.com/Default.aspx?tabid=123&Libro=1

Papert, S. (1995). La máquina de los niños. Replantearse la educación en la era de los ordenadores. Barcelona: Paidós.

Búsquedas:
Cibercultura (2010, 13) de enero. Wikibooks. Fecha de consulta:  22:30 enero 28,2011. En: http://es.wikibooks.org/wiki/Cibercultura:Los_temas_de_la_cibercultura

Web 2.0 ( 2011, 28) de enero. Wikipedia. La enciclopedia libre. Fecha de consulta 7:51 enero 29, 2011. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Web_2.0

World Wide Web (2011,29) de enero. Wikipedia. La enciclopedia libre. Fecha de consulta:


[1] Vease: Edgar Morin UNESCO. Lo que hoy día se entiende como teoría de la complejidad deriva de los desarrollos de la sistémica, cibernética y de la teoría de la información. Entendiéndola como la aparición del cambio, donde el mismo devenir se convierte en el principio constitutivo y explicativo.
[2] Referencia en” Tabla de competencias socio-cognitivas para afrontar la Sociedad de la Información”. Monereo,  2004.
[3] El término "cibercultura" es utilizado por diversos autores para agrupar una serie de fenómenos culturales contemporáneos ligados al impacto que han venido ejerciendo las tecnologías digitales de la información y la comunicación sobre aspectos tales como la realidad, el espacio, el tiempo, el hombre mismo y sus relaciones sociales.
[4] Sistema de distribución de información basado en hipertexto o hipermedios enlazados y accesibles a través de Internet. Con un navegador web, un usuario visualiza sitios web compuestos de páginas web que pueden contener texto, imágenes, videos u otros contenidos multimedia, y navega a través de ellas usando hiperenlaces.